
ALBUQUERQUE, Nuevo México – Nathen Richard Garley, recientemente condenado por un tiroteo mortal relacionado con pandillas que cobró la vida de un niño de 11 años, ha sido sentenciado a 20 años de prisión por traficar más de 94,000 pastillas de fentanilo, en un caso que pone de relieve el devastador impacto de las drogas y la violencia en Nuevo México.
En el sistema federal de justicia de EE. UU., no existe la posibilidad de libertad condicional.
Según documentos judiciales, el 13 de septiembre de 2023, Garley, de 22 años, fue detenido por las autoridades mientras viajaba como pasajero en un vehículo cerca del marcador de milla 85 en el condado de Cíbola, Nuevo México, durante un viaje de regreso desde Phoenix, Arizona.
Un registro del vehículo desencadenado por el olor a marihuana y la confesión de Garley sobre su consumo reciente llevó al hallazgo de un frasco de marihuana en su poder y una bolsa de lona en el maletero que contenía aproximadamente 10.97 kilogramos de pastillas de fentanilo, estimadas en más de 94,000 unidades.
Garley admitió ser el propietario de la bolsa y reconoció tener una adicción a medicamentos con receta. Una investigación posterior reveló evidencia en su teléfono celular que lo vinculaba con la distribución de drogas. Análisis posteriores confirmaron que las pastillas contenían fentanilo, un opioide sintético responsable de un alarmante aumento en las muertes por sobredosis en todo el país.
Este arresto federal por drogas ocurrió apenas una semana después de que Garley participara en un tiroteo trágico en Albuquerque. El 6 de septiembre de 2023, Garley y varios cómplices dispararon contra un vehículo que, por error, creyeron era conducido por un miembro de una pandilla rival.
El ataque resultó en la muerte de Froylan Villegas, de 11 años, y dejó paralizado a su primo, mientras la familia salía de un partido de béisbol de los Isotopes. Las autoridades posteriormente vincularon a Garley con el tiroteo, y fue condenado por asesinato en primer grado, además de múltiples delitos graves relacionados con el caso.
Tras el ataque, Garley huyó a Arizona, abandonó el vehículo utilizado en el crimen y se escondió en diferentes Airbnbs y hoteles. Durante su fuga, buscó noticias sobre el asesinato, lo que demuestra que era consciente del impacto de sus actos, pero aun así continuó con sus actividades criminales, organizando el transporte de una enorme cantidad de fentanilo de regreso a Nuevo México.
Garley tiene programada una audiencia de sentencia en la Corte del Distrito de Nuevo México el 21 de mayo de 2025 por el asesinato y los cargos relacionados.
Una vez cumpla su condena en prisión, estará sujeto a cinco años de libertad supervisada.


