El anuncio del gobierno federal sobre una nueva tarifa de $100,000 dólares para los solicitantes de la visa H1B ha generado preocupación en sectores clave de la economía. Esta visa ha sido fundamental para que la industria tecnológica en Estados Unidos contrate talento internacional calificado. Con la nueva política, se espera que el acceso a trabajadores especializados se vea limitado, lo que podría reducir la competitividad de las empresas en el país.
Según el economista Tom Fullerton, esta medida representa una barrera que podría provocar una migración de empresas hacia otros territorios donde la mano de obra calificada sea más accesible. Aunque este fenómeno ya se observa en algunos sectores, se anticipa que se intensifique en regiones cercanas, como el norte de México, así como en otros centros de desarrollo global.
El impacto no se limita al sector tecnológico. En paralelo, los consumidores enfrentan aumentos notables en el precio de alimentos básicos. Productos de origen animal, como la carne, han registrado un alza del 2.7%, impulsada por la disminución en la producción ganadera debido al encarecimiento de los insumos. Además, factores sanitarios como el brote del gusano barrenador han motivado restricciones a la importación de ganado desde México y Centroamérica, lo que ha limitado aún más la oferta.
Otros productos también han visto incrementos. El precio del tomate aumentó un 4.5%, mientras que el de las manzanas subió un 3.5%, y las bebidas no alcohólicas, como sodas y jugos, se encarecieron en un 4.6%. Estas alzas se relacionan, en parte, con la reciente aprobación de aranceles a productos agrícolas procedentes de países como India, China, Canadá y México, lo que ha elevado los costos de importación y, por ende, los precios al consumidor final.
Sin embargo, no todos los indicadores económicos apuntan en la misma dirección. El precio de la gasolina ha registrado una disminución promedio de 20 centavos por galón a nivel nacional. Esta baja se asocia a una menor demanda, influida por la creciente adopción de vehículos híbridos y eléctricos, que están modificando los patrones de consumo energético.
Aunque los últimos datos no reflejan una economía en crecimiento acelerado, las recientes decisiones de política monetaria, como la reducción de la tasa de referencia por parte de la Reserva Federal, buscan contener la inflación y estabilizar los precios a mediano plazo.
El escenario económico actual sigue siendo complejo, con medidas que generan efectos mixtos tanto para las empresas como para los consumidores. Mientras algunas decisiones buscan proteger la industria y fomentar la inversión interna, otras podrían tener consecuencias contraproducentes en el mercado laboral y el acceso a bienes esenciales.
