Mientras gran parte de la ciudad dormía, un incendio estructural registrado durante la madrugada de este viernes en el sureste de Albuquerque puso en evidencia los riesgos que enfrentan diariamente los bomberos al responder a este tipo de emergencias. El siniestro fue uno de varios atendidos por el Departamento de Bomberos de Albuquerque, cuyos equipos trabajan bajo condiciones peligrosas para proteger a la comunidad.
De acuerdo con autoridades, alrededor de las 4:15 de la mañana, los bomberos respondieron a un llamado de emergencia por un incendio en una vivienda ubicada en la cuadra 300 de la calle Grove. Al llegar al lugar, los primeros equipos confirmaron que se trataba de un condominio desocupado de dos pisos, con humo y llamas visibles.
El primer equipo médico en escena confirmó que el incendio estaba activo y alertó a las unidades en camino. El camión de bomberos número cinco desplegó una línea de manguera para controlar el fuego, mientras que la escalera cinco forzó la entrada a la estructura, que se encontraba clausurada.
El oficial de información pública del Departamento de Bomberos, Jason Fejer, explicó que el acceso al interior del edificio requirió herramientas especiales:
“El camión de bomberos número cinco desplegó una línea de manguera para el control del fuego, y la escalera cinco forzó la entrada, ya que se trataba de una estructura clausurada, por lo que utilizaron un serrucho para poder acceder al interior.”
Las autoridades confirmaron que no había personas dentro de la vivienda al momento del incendio. Sin embargo, debido a que el fuego ya se encontraba en una etapa avanzada, los comandantes ordenaron retirar a los bomberos del interior del inmueble para proteger su seguridad.
Según el Departamento de Bomberos, los riesgos asociados a los incendios estructurales van más allá de las llamas. El humo y los materiales presentes en las construcciones modernas representan un peligro adicional para quienes combaten el fuego. Fejer explicó que los materiales actuales generan condiciones más peligrosas:
“Las viviendas están llenas de materiales sintéticos, alfombras y cubiertas. Ya no se trata de la construcción tradicional de antes, cuando los materiales eran de algodón y madera sólida.”
Por esta razón, el departamento ha implementado estrictos protocolos de seguridad y descontaminación después de cada incendio estructural. Estas medidas buscan reducir la exposición del personal a sustancias tóxicas.
“Descontaminamos nuestro equipo en el lugar; verán a los bomberos siendo lavados con mangueras. También cambiamos el equipo después de incendios estructurales y retiramos los equipos de aire de las cabinas para evitar transportar equipo contaminado,” señaló Fejer, quien añadió que, pese a las precauciones, el combate de incendios estructurales sigue siendo inherentemente peligroso.
Autoridades también advirtieron que los incendios en edificios desocupados suelen ser más difíciles de controlar, ya que carecen de elementos que normalmente limitan la propagación del fuego.
“Los elementos que normalmente evitan que el fuego avance dentro de una estructura ya no están presentes, lo que permite que los incendios se esparzan muy rápidamente,” indicó Fejer.


