
ALBUQUERQUE, Nuevo México – Andrew Sandoval, de 39 años, enfrenta cargos por agresión agravada a un oficial de paz, huida de la policía en condiciones agravadas, posesión de vehículo robado y desobedecimiento de señales de tránsito.
Los investigadores están a la espera de una orden de registro para inspeccionar el vehículo robado y, “dependiendo de lo que se recupere, esto podría determinar si el caso será procesado a nivel federal”, señaló Rebecca Atkins, portavoz del Departamento de Policía de Albuquerque, en un comunicado. Sandoval permanece detenido en el Centro de Detención Metropolitana.
Con anterioridad, Sandoval cumplió varias condenas por un caso de falsificación ocurrido en 2010. Este mes, fue sentenciado a 18 meses de libertad condicional por un incidente en el que causó daños a una secadora de ropa en un hotel en junio de 2024, según los registros judiciales. También enfrentó cargos por delitos relacionados con drogas en octubre, pero el caso fue desestimado debido a que el oficial que lo arrestó fue acusado en un caso distinto.
Un testigo identificó a Sandoval como el conductor que colisionó con el vehículo del sargento, según una denuncia penal presentada ante el Tribunal Metropolitana.
A las 10:39 p.m. del martes, la policía recibió un aviso de que un lector de matrículas había capturado a un Volkswagen Jetta robado circulando por la zona de Louisiana y Central.
Poco después, un oficial vio el Jetta a gran velocidad en Copper y Wyoming y le comunicó a la central que intentaría detener al conductor. Según la denuncia, el vehículo “huyó a alta velocidad” y pasó un semáforo en rojo, impactando la SUV policial que se dirigía al sur por Wyoming.
La policía informó que el sargento sufrió heridas en la cara, por encima del ojo derecho, y moretones en la rodilla.
Las cámaras de vigilancia captaron a un hombre, que más tarde fue identificado como Sandoval, saliendo por la puerta del conductor del Jetta y luego arrastrándose, según el informe. Dos pasajeros también abandonaron el vehículo y fueron detenidos brevemente, aunque fueron liberados tras declarar que desconocían que el automóvil estaba robado.
Sandoval fue trasladado al hospital, donde inicialmente negó haber conducido el vehículo, pero luego expresó su arrepentimiento, disculpándose por sus acciones y diciendo que “no quería hacerle daño a nadie esa noche”.
“Nuestros oficiales merecen regresar a casa con seguridad para estar con sus familias”, declaró el jefe de policía, Harold Medina. “Es sumamente frustrante que un delincuente convicto estuviera en las calles con un vehículo robado, casi causando la muerte de uno de mis oficiales”.





