LAS CRUCES, Nuevo México – Un viaje de rutina para los estudiantes y entrenadores del equipo de natación de Las Cruces se convirtió en una experiencia inesperada y desconcertante. Durante una inspección de inmigración en un punto de control de la I-25, la patrulla fronteriza abordó el autobús en el que viajaban los deportistas, sin signos visibles que indicaran que se trataba de un viaje escolar.
A pesar de que la inspección transcurrió sin incidentes, la experiencia fue catalogada por los afectados como innecesaria y atemorizante, desatando un debate sobre la forma en que las autoridades manejan este tipo de procedimientos.
Según el informe oficial, los agentes de la patrulla fronteriza realizaron una verificación del estatus migratorio de los pasajeros, confirmando que todos los estudiantes y entrenadores estaban legalmente en el país. No obstante, la entrenadora Pamela Quiñones, quien estuvo a bordo del autobús, relató cómo la situación se volvió incómoda y aterradora para los involucrados.
“Eso sí los asustó un poco, porque hemos hecho innumerables viajes exactamente como este y nunca habíamos experimentado algo así antes,” explicó Quiñones, visiblemente afectada por la intervención.

El momento más tenso se produjo cuando los agentes, al abordar el autobús, se dirigieron directamente hacia los jóvenes nadadores, ignorando a los adultos presentes, y comenzaron a exigirles documentación en español. Dado que varios de los atletas no hablaban el idioma, la situación se complicó aún más.
“El agente pasó donde estábamos sentados los entrenadores, ignorándonos a nosotros los adultos, y luego comenzó a gritarles a los nadadores en español, exigiendo documentación. Los nadadores no hablan español, así que no lo entendieron,“ relató la entrenadora Quiñones.
La situación no pasó desapercibida para los representantes políticos de la región. Gabe Vázquez, representante federal de Nuevo México, y Verónica Escobar criticaron la actuación de los agentes, señalando que el problema no fue la inspección en sí, sino la manera en que se llevó a cabo.
Vasquez escribió en su cuenta de X: “Estoy siguiendo informes de que agentes federales detuvieron y acosaron a un autobús lleno de nadadores de la preparatoria Las Cruces en su camino a una competencia, bajo la sospecha de estatus migratorio.
Nuestros niños no deberían temer a las autoridades al ir a un partido. Exijo respuestas del DHS para asegurar que los residentes de Nuevo México no enfrenten perfilamiento racial.”
“Los estudiantes y entrenadores fueron atemorizados por los elementos,“ expresó Vázquez, pidiendo mayor prudencia y consideración en la ejecución de tales procedimientos.
Organizaciones como las Escuelas Públicas de Las Cruces y la Asociación Nacional Educativa de Nuevo México también se pronunciaron, instando a garantizar la seguridad y los derechos de los estudiantes durante todas sus actividades escolares.
Por otro lado, Amy Barela, presidenta del Partido Republicano de Nuevo México, defendió la labor de la patrulla fronteriza, argumentando que no debe generarse un clima de miedo hacia las autoridades. Según Barela, las críticas hacia los oficiales solo alimentan el temor y socavan la confianza que se necesita en las fuerzas del orden.
A pesar de la tensión vivida durante el viaje, la entrenadora Quiñones aseguró que el equipo de natación no se dejó afectar por el incidente. El equipo pudo competir sin problemas, destacándose en las competencias y completando su misión con éxito.
“Les fue muy bien ambos días. Pudieron competir ese mismo viernes en la tarde y el sábado en la mañana. Misión cumplida,” comentó Quiñones, dejando en claro que, a pesar de la experiencia incómoda, los resultados deportivos fueron positivos.
La situación ha dejado claro que, aunque la patrulla fronteriza cumple con su deber de realizar inspecciones migratorias, la forma en que estas se llevan a cabo es crucial para evitar malentendidos y situaciones innecesarias. Los afectados, así como diversos representantes y organizaciones, esperan que este tipo de incidentes no se repita en el futuro, pidiendo mayor sensibilidad y respeto en la interacción con la comunidad.


